Los
diseños de los buenos jardines se estructuran a partir de un concepto único
desde el que se desarrolla el conjunto del diseño. En este parque ese concepto
es la unidad en sí como suma de elementos que se necesitan unos a otros para
formar una entidad congruente. En gran medida, la integración se realiza a
través del juego de la contraposición de opuestos:
El
blanco y el negro: el ying y el yang.
Plateado
y dorado: la Luna y el Sol.
El
espacio abierto y el cerrado: la socialización y la intimidad.
Lo
clásico y lo moderno: geometría y vistas del jardín clásico francés y elementos
del jardín contemporáneo.
Inaugurado
en 1992, es un parque con una superficie de 14 has. en los terrenos que
ocuparon, entre 1915 y 1970, la antigua fábrica de automóviles Citröen, al sur
oeste de París, en el distrito XV, en el margen izquierda del río Sena.
El
proyecto surge de un concurso de ideas promovido por el ayuntamiento de París
en el año 1.985, a cuyos dos equipos finalistas se les encargó la fusión de las
propuestas presentadas por ambos. Los equipos ganadores eran los de los
arquitectos paisajistas Gilles Clemente y Provost Alan. El conjunto es un
parque de aspecto contemporáneo que invita a explorarlo y disfrutarlo.
El
parque tiene tres áreas diferenciadas: El jardín blanco, El jardín negro y la
gran explanada con sus jardines íntimos anejos.
El
jardín blanco, formado por especies de floraciones blancas y hojas pálidas, en
el que se ha distribuido las especies con poca densidad de plantación, contiene
un espacio lleno en su centro. Es un
jardín que invita al movimiento, donde los niños pueden jugar y los visitantes
pueden acudir con sus mascotas. En contraposición, el jardín negro, muy
boscoso, en el que podemos contemplar especies con follajes y flores oscuras como
lirios, tulipanes negros y tejos, encierra un espacio vacío en su centro. Aquí
predomina la quietud, es un espacio para el recogimiento y la reflexión. Son
jardines que representan el yin y el yang.
Un
camino diagonal atraviesa el parque de noreste a suroeste. Empieza en el Jardín
Negro; se va estrechando y conduce a la zona principal del parque: la Gran
Pradera, continúa por el Jardín en Movimiento y termina en el muelle del Sena.
Es un camino unificador de los espacios, conectando ambientes con distintos
aspectos perceptuales en un recorrido trasversal. Parece romper la armonía de
las lineas, como primer efecto. Esto le hace tener una gran fuerza visual, creando
movimiento en las líneas, y en defintiva, es un elemento integrador en el
conjunto del diseño del Parque.
La gran explanada central aprovecha todo rayo de sol,
por lo que los parisinos lo utilizan ampliamente para correr, jugar,… y claro
está: tomar el sol en días propicios para ello en una cuidad en la que la media
anual de horas de sol es de 1725, aproximádamente 1000 horas de media menos que
en Madrid. Esta gran explanada es el área para la socialización.
Se trata de una extensión rectangular de césped que
actúa como eje principal del Parque, con un diseño que evoca los grandes
jardines clásicos franceses. El espacio está enmarcado por grandes setos
recortados por un lado, desde donde se accede a los jardines temáticos. Enfrentados
a estos seis jardines, se han dispuesto seis estructuras construidas de granito
de unos 30m de altura que parecen, según la periodista Eve M. Kahn “los
modernos escondites de las ninfas que se encontraban a lo largo de los cursos
de agua de los jardines neoclásicos”, junto a un gral canal de agua.
En el inicio de la pradera hay un espacio pavimentado
dominado por dos construcciones monumentales. Son dos invernaderos con
paredes de vidrio y marcos de madera. Estos invernaderos podrían ser como
el palacio de un gran jardín clásico francés. Uno de ellos se utiliza para
exposiciones temporales y eventos. El otro se está ocupado por exóticas
plantas subtropicales.
Entre los dos invernaderos hay una de las zonas del
parque más entretenidas durante las épocas de calor: chorros de agua
equidistantes que salen del pavimento, controlados por un temporizador que los
dispara con distintas secuencias preprogramadas. Los niños, y algunos adultos,
disfrutan del juego del agua, refrescándose durante los días calurosos del
verano.
Los jardines íntimos o Jardines seriales, son jardines
con un concepto propio, a partir del concepto global del conjunto. Diseñados
junto a la gran explanda, están dispuestos de forma paralela entre sí, con
superficies equivalentes y forma rectangular.
Cada jardín corresponde a uno de los cinco sentidos
del ser humano: el olor, vista, tacto, gusto y oído; con un jardín para
representar el "sexto sentido" la intuición. También están
relacionados cada uno de ellos con un color, un metal, un planeta,un día de la
semana y un estado del agua:
Jardín
|
Sentido
|
Metal
|
Planeta
|
Día de la semana
|
Estado del agua
|
Jardín azul
|
Olfato
|
Cobre
|
Venus
|
Viernes
|
La lluvia
|
Jardín verde
|
Oído
|
Estaño
|
Júpiter
|
Jueves
|
La fuente
|
Jardín naranja
|
Tacto
|
Mercurio
|
Mercurio
|
Miércoles
|
El arroyo
|
Jardín rojo
|
Gusto
|
Hierro
|
Marte
|
Martes
|
La cascada
|
Jardín plateado
|
Vista
|
Plata
|
Luna
|
Lunes
|
El río
|
Jardín dorado
|
Instinto
|
Oro
|
Sol
|
Domingo
|
La evaporación
|
Cada
jardín está separado de los contiguos por un canal de agua que produce un
agradable sonido burbujeante.
Sobre
cada uno de estos jardines, en un nivel superior, existe un pequeño invernadero
con plantas características de él, donde se dispone de asientos para cinco o
seis personas.
En
la zona más cercana al río se puede contemplar
el concepto elaborado por Giles Clemente como “Jardín en movimiento”,
cuya base se resume en la frase: "Hacer todo lo posible con lo menos
posible en contra". Ésta sería la posición del jardinero en el Movimiento de
Jardín. El diseño del jardín, cambiante con el tiempo, depende de quién lo
mantiene, no es sólo el resultado de un diseño plasmado en un dibujo. El
objetivo de este jardín es:
- Mantener y mejorar la diversidad biológica, como
fuente de sorpresa, y garantía del futuro. Para ello es necesario
-
Mantener y mejorar la calidad de los sustratos orgánicos y elementos
primordiales para los vegetales: agua, tierra, aire
-
Intervenir con la mayor economía de medios, la reducción del costo de agua, el paso de las máquinas ...
Con
todo, este jardín representa la naturaleza en su estado más puro. En este Jardín
del Movimiento se sembraron semillas de hortalizas y otras plnatas herbáceas,
permitiendo que se reprodujeran libremente, con las semillas propagadas por el
viento. Las plantas se entremezclan y crecen en todas direcciones. Hay aromáticas,
rosas, buddleia, amapolas, bambú,…incluso las plantas que llamamos malas
hierbas tienen su espacio.
Un
artículo sobre este parque parisino escrito por Michael Riha termina haciendo
una referncia al libro La Poética de los Jardines donde se dice que "sólo
la imaginación puede representar lo que está ausente. A veces la cualidad más
conmovedora de un lugar no proviene de lo que realmente está en él, si no de lo
que está conectado al mismo a través del tiempo y el espacio de los recuerdos”.
Al igual que en el resto de las expresiones del arte, los buenos jardines son
capaces conmovernos al evocar sensaciones pasadas. En el caso del arte de los
jardines intervienen en esta apreciación nuestros cinco sentidos, y el sexto:
la intuición. Y el cambio producido por paso del tiempo.
Carmen Calvo Serrano
Ingeniera agrónomo – Paisajista
Tf. 619824578